Canto en una lengua amarrada
de res resentida y vengadora
parado sobre el árbol de las guirnaldas
de las fiestas de guerra ya olvidadas
Tiene todas las hojas disecadas
y las aves no pudieron hacer nada
con las lágrimas que alli arrojaron.
Timbres de latas distintas
tiene mi voz de piano viejo y desafinado
de asuntos falto en el rincón oscuro recostado.

Un hombre solloza sobre el vientre de la muerte
y una bandada de palomas vuela sobre el bosque disecado
toman un centímetro cubico de aire
de la nube seminclinada
hay algodones estancados por todas partes
ay, ay, ay
baila una cojera lo más de lindo.

Ahorra tu genio
callad vuestro talento
aventad lo propio y lo ajeno
lo que te falte vendrá por sí solo.