viernes, 1 de diciembre de 2017

Oh¡Si la urbe
menos masa tuviese.
Oh¡Si la urbe
de su hermosura se despojara.
Oh¡Si la Urbe
su extensión encogiera.
Oh¡ si la Urbe
mi aire liberara.
Oh¡Si la urbe
de los alardes se alejara
y de la verdad mejor hablara.
Oh¡Si la Urbe
resolviera no matarme
y devolviera mis sueños
embalados entre hormigones
ahora que me tiene menos vivo
entre sudores de oficios varios
antes que una vecina me sorprendiera
ahora que no hay por dónde moverse
y deba meterme en mi agujero
o esconderme entre la niebla orinada
 entre el terror de los muros en blanco,
yo que pertenezco, si acaso
a la agrafa escuela de la noche.
Mis padres, serios, me decían
a la ciudad no vayas
es una trampa como el arco iris
con secretas rampas con urnas viciosas
y que he de permanecer en casa.


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