JAIKU

Los niños
sacan de la arena millonaria
castillos miles,

II
Cuando nací ella tejía
un canto muy grave de agonía
Entre el escondido silencio
como de un explosivo seminal
y nunca supe quien era.
Iba y venía con su rumor
paradojico de goce y dolor
entre libidinales escarceos
de sus husos que finalizaban
y volvían a empezar siempre.

III
Allí n esa fecha y un anónimo
entre flores de papel
una losa, una fosa de cal
yacen jóvenes nombres
muertos desde que nacieron
a la vida trunca y sin semilla
de la que nunca fueron dueños

IV

La mujer del maton
es una chimba reciente
que no sale del salón
pero si sale muñeca de polvo y rouge
con sus quince en tangas ful
zapatos de plataforma y charol
los senos de manzana
enhiestos y directos
horadando y apuntando al aire
desde donde se expande
un perfume francés

V
Al amanecer
anda la calle sucia
sin haberle dado nada,

VI
Por calles plazas y antros
entre vallas y rejas
sobre plazas y vacíos
cruzando lánguidos ríos
de la podrida urbe
va su desazón suprema
buscando el aire limpio
y un hambre por satisfacer

vii

lo que mas me gusta

Lo que mas me gusta
comer con los ojos una tarta
en compañía de todos los pájaros
con sus penachos amarillos

calmar la sed de los arboles
que fuera de mi casa aplauden
y quieren visitarme dentro

Rescatar la lagartija
que se ha quedad pegada
en la manteca

HONDURAS

HONDA  es para mi esta montaña

Y este pequeño limonero que me permiten

girar para todos los lados y ver el horizonte

desde donde sustentado en los pies

y en las horquetas de sus espinosas ramas

veo otros espacios tan iguales e inmensos

tan sobrehumanos no obstante

el silencio y la quietud hondas

que hasta mi corazòn espantan.

Y entre los otros àrboles

les oigo susurrar con el viento

y sigo y medito los ritmos

de la divina espiral danzarina

en que se envuelve la vida

como el mar donde flota mi pensamiento.