lunes, 25 de diciembre de 2017

Tu voz alada
que lo sombrío enrarece
ha sido silenciada.
Sé que algo te falta.
Ruiseñora del tibio plumaje
entre la arboleda sombría
de tí espero un canto
de esos dulces que maceras
para el estío
igual a algun vino pleno
e irnos de aquí sin testigos.
Una turbia morada
desordena mi vivir
y es soledad de la Urbe
que se nutre de un pequeño jardin
al que da una ventana
de macetas floridas,
un trío de canarios,
el narciso y fanrarrón gato
con su misteriosa mirada
que se pasea como dueño
de timoratos pájaros
que con las patas le rozan la cabeza.
Todas escenas compartidas,
oh soledad contigo
de monólogo permanente
Hoy no se me para
conforme a que cada momento,
cada hecho de la vida
debiera ser poético.
Preocúpate por el momento
y serás tú mismo,un filósofo
que toca la fibra de la vida
con el idioma donado
y serás tu mismo un poeta
porque lo que haces lo es
profundamente.
Ya sabes, pues de dónde proceden
la poesía y los versos.
De la mucha música que existe
sólo habré oído unas pocas
que sonando siguen en mi recuerdo
las mismas y distintas siempre
que me han traído a donde me hallo:
sombras,ecos,rostros hieráticos
reencarnaciones
tontos instantes del ayer
el imposible amor con sus placebos
y sublimadas palabras
las mismas cosas que regresan
que quizas vuelvan al olvido.

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