QUE ESCUCHO
La noche de ojos negros afuera
pulsa sus cuerdas y sus dedos
en su arpa de pino sordo
y todo lo envuelve en una melodía
de arcos y espirales dormidas
que se elevan como humo
sin llama y sin fuego
que clama contra los vitrales
y contra los muros burdos
que sostienen mi casa.
Y de pronto aparece la lluvia
y llega con las trenzas mojadas
a humillarse con el llanto
que insonme la delata
y una melodía de tambora
se arrastra por debajo de la puerta
como una serpiente plana.
que vino por mi vida incierta.
Me inclino de oídos
y escucho tras el manto
de ébano una armonía
de hiriente armonía
de delirante melodía
acompañada de cueros
y luminiscentes minúsculos
ojos que cria la noche
con las hojas y el suspirar
de las hojas prometidas
de los árboles envanecidos
por el cielo de la noche
que pariendo está el alba
que aún no desea ser contemplada.
viernes, 12 de octubre de 2018
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