lunes, 6 de noviembre de 2017

Yo soy Rey
Tu serás la reina,
nada nos apartará.
Por un día cantaremos victoria
como aquella flor decisoria.
Bueno es el banano para la poesía
dicen que dicen las buenas y malas lenguas.
Toma pues el cuerno impecable y blando
despójalo de su vestidura de oro
y blando dulce entre los dientes de tu canto
deshácelo hasta volverlo miel de agua.

La bella forma sonora inaudible
que como siempre ulula
entre las filososas piedras negras de la locura
es pasta de los dientes de menta de mi mente
que hace fluír los lubricantes
para esas armonías de incestuosos volcanes.
Ahora deseo ser grande
como una caña dulce 
y brava
para ver cómo se conduce
el río de mi sangre inconclusa.
Ahora deseo ser grande
como una lagartija doméstica
con larga cola transparente
de esplendor de bailarina rosa.
Ahora deseo ser grande
como una pulga tediosa
y chuparle el sueño al plutócrata.
Alud del día
con sus hilos derramados
y el lazo que me ahorca.
Hay una nube negra
apostada en mi puerta
tuerta de guadañas
escurriendo lágrimas
de llamas apagadas
de estériles goces.
Esta sed, no
esta hambre
que cojea sin vocales
que anda con la lengua absuelta
sin saber a qué ponerle un nombre,
alguna pincelada.
Ya sé, entonces
que hay una oquedad por dentro
que nadie, nadie
ha descubierto.
Tú, niño de la lluvia
tu cantas entre espumas
que parecen palomas anidando,
la burbuja azul que te ampara del relámpago.

 Hayku Cuanta tristeza en un arbol sin hojas en el otoño 2 la mariposa amarilla gusta del jóven Casco de vaca. 3 El sol, la luna la tierra p...