domingo, 12 de noviembre de 2017

Yo te llamo amor a tu puerta
que condenada quedó al irme
yo te llamo sobre la reja sellada
con candados de silencio soldada.

Ya tu voz se cerró para siempre
ya no hay quien otee con su mano
aquel adios o la bienvenida
aquel amor como flores en manojo.

Ya esa ventana es brusca
de vidrios dolorosos punzantes
ventanas herméticas férreas
en sueños de hierro y piedra.

Ya ahí ninguna casa se asoma
ninguna luz que mi alma calme
ningun cuerpo de recuerdo sano
que con tono mi nombre exclame

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