domingo, 10 de mayo de 2020

EL DESEO

Mendigo de amor
tras de tus senos
de dulce gajo
que eludían
llenarme
el tarro vacío
en que mi ser
si acaso lo era
yacía solicitandote
los deseos ardían
pero los cuerpos
ciegos se mantenían
y los humos se perdían
y los cuerpos se apagaban
y eramos polvos perdidos
efímeras llamas sin llama
de nuestra sangre blanca
derramada
frustrada
con la que nadie
se alimentaba
todo se perdía.

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